martes, 5 de mayo de 2009

Otro Descartes

-Señora, un hombre está dividido en dos partes: cuerpo y espíritu.
La vieja apretó las encías.
-Un cuerpo y un espíritu – repitió él -. El cuerpo, señora, es como una casa: no va a ningún lao; pero el espíritu, señora, es como un automóvil: siempre está en movimiento, siempre...
“La vida que salváis puede ser la vuestra” Flannery O'Connor.

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