viernes, 16 de julio de 2010

El intestino delgado

Estudio el intestino delgado, el órgano en el que el cuerpo se nutre, en el que el cuerpo se apropia de lo que no es del cuerpo. Podría ser, así (blando, complejo, corruptible) un ejemplo de lo asombroso de nuestra precariedad. Esa precariedad que Emilio LLedó resumía diciendo que necesitar los frutos de la tierra es estar condenado a la muerte.

Y me escribe Cristóbal:

Digerir : .(Del lat. digerĕre).1. Convertir en el aparato digestivo los alimentos en sustancias asimilables por el organismo.2. Degradar materia orgánica mediante el calor, los reactivos químicos o los microorganismos.
Corromper.(Del lat. corrumpĕre).Alterar y trastrocar la forma de algo. 2. tr. Echar a perder, depravar, dañar, pudrir

En ambos verbos se trata de deconstruir la materia orgánica, la naturaleza. En el primer caso se trata de extraer , mediante la deconstrucción, sustancias asimilables para poder sobrevivir. En el segundo caso la deconstrucción produce sustancias que ya no son asimilables para los seres vivos, humanos especialmente.

Esta proximidad con lo corrupto, con los fragmentos de la naturaleza "ingerida y deconstruida" que son eliminados por el colon, convierte al intestino delgado en la parte de nuestro organismo que se corrompe más rápidamente cuando llega la muerte para poner fin al experimento que es, al fin y al cabo, cada una de nuestras vidas.

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