martes, 16 de junio de 2009

Soy débil

Mis músculos y sus actos no van en la misma dirección, o sería más claro decir que mis músculos por momentos se pierden y no llegan a completar sus actos. Me siento bien separándolos, veo en ello un cierto misterio, el misterio de mi debilidad, soy débil. Entonces, como en una pelea, coloco la victoria o la derrota en los músculos (en su precisión, en su orientación), o en los actos (en lo que quise emprender). Así también, coloco mi debilidad en mi carne o en mi ánimo.
No paro de separar lo que es inseparable. Hoy está lloviendo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que lindo me encanto su manera de expresar sus sentimientos, espero que tenga un espiritu fuerte.

LAURA MACEIRA dijo...

El paisaje me absorve y descubro la pequeñes de mi cuerpo, mi enorme pequeñez disfrazada, tantas veces, de una fortaleza inquebrantable que hoy mis pies apenas pueden sostener. Y en ese desierto aparece mi cuerpo como un oasis desdibujando espejismos.
Cada recuerdo y cada sueño está adherido a esa piel que protege y se entrega una y otra vez.
Entonces se acepta, irremediablemente, que el tiempo escribe con el cuerpo lo que la palabra no puede decir.