Pisé, sin darme cuenta, un escarabajo precioso, tenía el caparazón dorado oscuro. Lo había mirado un buen rato, antes de que se cruzara en mi camino. Lo pisé sin darme cuenta y espachurré, sin darme cuenta, toda esa belleza.
Me sigue extrañando que el tiempo y que los accidentes no respeten la belleza de las obras, ni de los cuerpos, y eso es porque no la comprendo.
El escarabajo pisado tenía las tripas de color tripa de insecto, y este color había mojado los brillos de los dorados que tenía, ya no se podían ver.
Pensaba que la belleza no protege de nada (a él por lo menos no le protegió), y que tampoco se deja proteger. Que no está hecha de nada que pueda durar sin enfriarse, ni descomponerse.
5 comentarios:
y a mi se me erizaron los pelos de la nuca
y hoy quiero morir de emociones
Yo quería sentirlo igual,pero a veces me pierdo en el intento.
Tropecé con esto en Internet y me acordé de ti:
http://www.flickr.com/photos/sfschafer/3990631783/in/photostream/
Un saludo, Elena.
(No soy un elefante, soy tu tocaya lucera...)
Me encanta mucho la poesía y por eso disfruto de leer a muchos poetas diferentes. Como hace poco pude encontrar vuelos baratos barcelona quisiera poder encontrar a poetas de dicho país
Esta muy bien hecho y muy trabajado, me gusta mucho. Te agradecería que te pasaras por mi blog , me haría mucha ilusión . Gracias y un beso.
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