martes, 2 de junio de 2009

Silencios

Las cosas del cuerpo enseguida se vuelven prohibidas de tan silenciado como lo tenemos.

2 comentarios:

Elena dijo...

De una Elena a otra Elena, con toda la modestia de una joven actriz y bailarina que admira tu trabajo y aspira a conocerte y vivir ligada a la profunda investigación del cuerpo. Te abrazo, si me lo permites.

Anónimo dijo...

Sí, razón tienes: se vuelven desconocidas; se vuelven ignoradas; se vuelven desaparecidas, prohibidas por nosotros mismos.